Gellner define el nacionalismo como una teoría de la legitimidad política que establece que las fronteras étnicas dentro de un estado no deben separar a quienes detentan el poder de quienes son gobernados.
El nacionalismo es una necesidad que surge de un cierto tipo de división del trabajo, que es compleja y cambia constantemente en las relaciones en cadena que surgen de la estructura de la sociedad industrial. Para que esta estructura sobreviva y se reproduzca, existe la necesidad de un sistema nacional de educación y comunicación, que son herramientas efectivas de cuidado del estado. Una alta cultura con sistemas nacionales de educación y comunicación se extiende a toda la sociedad, define a la sociedad; la administración de ese país tiene que apoyar esta alta cultura. La cultura que se transforma en supercultura puede ser preexistente o derivada. El nacionalismo es, después de todo, la coincidencia de la cultura y la administración política.
Las naciones sólo pueden definirse en el contexto de la era del nacionalismo. La homogeneidad que proporciona la alta cultura definitoria no surge como resultado del nacionalismo; Una homogeneidad impuesta por una necesidad objetiva inevitable aparece finalmente como nacionalismo. Es el propio nacionalismo el que crea naciones, y parece una paradoja válida que nación y nacionalismo se engendran mutuamente.
Gellner explica el concepto de sociedad moderna con una estructura social en la que ninguna subcomunidad que sea lo suficientemente grande como para administrar un sistema educativo independiente ya no puede reproducirse. Una unidad política demasiado pequeña para contener la pirámide educativa necesaria para reproducirse no puede funcionar con eficacia; las unidades políticas no pueden ser más pequeñas de lo que requiere la pirámide.
Ser miembro de una nación no es un rasgo innato. El hecho de que dos personas pertenezcan a la misma nación sólo depende de que se acepten mutuamente como miembros de la misma nación. Gellner afirma que toda cultura elevada persigue un estado propio, pero el número de naciones potenciales en el mundo supera con creces el número de estados que se pueden mantener. Los reclamos de nacionalización de naciones potenciales plantean un problema para los estados-nación que los incluyen. Un criterio para examinar el libro es la generalización de la libertad intelectual de acción que fue la fuerza impulsora del nacionalismo temprano. Utilizando el criterio de generalización de la libertad de circulación, se puede examinar si la percepción del nacionalismo como un problema -como se explicó anteriormente- cesará.
La estructura económica común de la sociedad industrial avanzada, que hace que las personas dependan de una cultura estandarizada en grandes áreas, requiere una educación continua y compleja para lograr la aceptación social. En este sentido, el hecho de que el nacionalismo siga siendo una necesidad puede evaluarse como un segundo criterio que puede utilizarse para analizar el libro.
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